viernes, 7 de diciembre de 2012

Mis pequeños relatos

Aparte de leer me gusta escribir, no se que tan bueno sere pero me gusta hacerlo. Estos los escribi hace tiempo.




TETAS
  Tiemblo. Ella lo nota. Un sudor frio me baja por la espalda creando un completo contraste con la erección que hay en mis pantalones y que trato de disimular con un libro de macroeconomía avanzada
Vienes,  me dice con sus labios rozados, mientras mueve su cuerpo al ritmo de una canción que no conozco pero que invita a coger. Maldita tentación, pienso y  la recorro con la mirada. Es pequeña, metro sesenta y cinco a lo mucho, pero es pura tentación. Tiene las curvas más pronunciadas que he visto en mi vida y unos pechos grandes que no cayeron ni un centímetro cuando se quitó el brasier negro de encaje rosado. Estás mejor que mi novia, me descubro diciendo, mientras ella se chupa el dedo índice de su mano derecha de manera sugerente y su mano izquierda se pierde dentro del calzón rosado trasparente.
  Me levanto del sillón y el libro cae de mis piernas. Sus ojos se clavan en la carpa que ya no se oculta detrás del libro. Veo que te gusta lo que vez, dice, mientras se agacha frente a mí y comienza a bajarme el pantalón. Coloco mis manos en sus hombros, cierro los ojos y la levanto. Por ella… no puedo hacer esto…no puedo explicarte, pero me voy, le digo. Me mira incrédula. Debo de ser el primero que le dice que no y no culpo a los otros ¿Quién en su sano juicio le diría que no a una mujer como ella, a unas tetas como esas?




DUDA
  Le di un beso en el parqueo de  McDonald’s, fueron las palabras que ella me dijo y que causaron mi confusión.
  Empecé a dudar desde el primer día en que me hablo de él; sus ojos la delataron. Sabía que a ella le gustaba él, aunque ella lo negara.  Él era su compañero de trabajo y llevaba meses detrás de ella. Me lo imagino siguiéndola por los pasillos para verle el culo y las líneas de los calzones repintadas en los pantalones de vestir.
  Ella había aceptado salir con él en tres ocasiones pero solo me había dicho de una. Las otras dos las calificó de “salidas con amigos”, aunque yo sabía que solo eran ellos dos por la manera en que se ponía nerviosa cuando iba a salir con sus “amigos” y porque  cuando yo le preguntaba: ¿cómo le fue?, por respuesta obtenía un “bien” en vez del habitual canturreo de media hora.  
  Han pasado meses desde su última cita, pero hoy me llamó y me contó lo del beso. Minutos después me volvió a llamar, me dijo que todo era broma que no lo había besado. Luego le siguieron varios mensajes de texto que, en resumidas cuentas, decían que me amaba, que nuestra relación había superado otras cosas ¿Por qué esta no?, que me había dado razones para dudar pero que para ella todo este juego resultaba una mala experiencia llena de baches, de altos y bajos.
  Hace rato que mi celular no suena y en mi cabeza solo hay una pregunta: ¿Quién hace más mal: el que pone los cuernos o el que finge no saber?
   

POR QUE NO SE CALLA (Mi amiga que no se calla)
  Llevo años escuchándola hablar las mismas palabras en el mismo ciclo y estoy cansado.
  Si el novio de turno la deja ella me llama.
-Mae, me dejó.
  Para desahogarse y olvidarlo agarra la fiesta y el guaro, a ratos también la marihuana, y luego me llama.
            -Mae, estoy mal, dígame que él va a volver, que Dios es bueno y perdona la fiesta que me meto.
  Le aparece un novio, un pobre desventurado atraído, tal vez, por lo fácil que ella se vuelve bajo los efectos del alcohol y también en esas ocasiones me llama.
            -Mae, que lindo es volverse a enamorar.
  Ve a alguna de sus amigas sufrir por un novio que la deja y también me llama.
            -¡Qué mujer más tonta, mae! ¿Cómo sufre tanto por un hombre?- dice, como si ella nunca hubiera sufrido igual cuando alguno de sus novios la dejó.
  Luego de escucharla por un rato pienso: esto debe ser amistad, escuchar sin hablar a pesar de no querer hacerlo. Del otro lado de la línea pareciera que ella me da la razón.
-Mae, gracias, es que ocupaba hablar con alguien.


¿ENCERIO?
  El cigarro electrónico era el más reciente producto a la venta. La lista es variada: incluye desde audífonos de sesentaicinco mil colones hasta consoladores de doce pulgadas con múltiples funciones vibratorias (para el rápido alivio de la tensión sexual, se puede leer en la caja), que el compra por internet, en una página china, para luego revenderlos por mercado libre.
-Se lo digo, esto es una minita- dice, mientras de su boca sale el humo del cigarrillo electrónico- Usted sabe, le vendo un cigarro electrónico a una persona y si quiere seguir fumando tiene que comprarme los repuestos. Yo los consigo a dos dólares y los vendo a siete rojos ¡negocio redondo!
  Nunca en su vida probó un cigarro de verdad pero parece haberle agarrado el gusto a los electrónicos; esos pequeños tubos plásticos a los que se le enciende una luz roja en la punta cuando inhalas y que en lugar de tabaco queman alguna especie de algodón.
-Deberíamos probar si ese cigarro funciona con mota en vez de algodón, yo tengo un poco en la choza cuando quiera pasa y hacemos la prueba -le dije, después de darle, por segunda vez en mi vida, una jalada a un cigarro electrónico.
-¿Cómo que usted tiene monte en la choza?
- Tengo un poco, es que quiero hacer un bonsái de cannabis y conseguí semillas.
   Me mira con un brillo en sus ojos.
-Bonsái de mota. Bonsái de cannabis. Vender esas varas si sería un ¡negocio redondo!




MONOLOGO
  ¿No crees que nuestra relación sea disfuncional? ¿No has pensado que algo entre nosotros no está bien? Sí, yo sé que todo debe ser mi culpa. Mientras muchos hablan de lo hermoso de tu ser yo paso preguntándome donde estarás. En mi defensa dejame decir que yo solo quiero conocerte, pero no sé cómo hacerlo, así que te busco cada día lo mejor que puedo. A veces siento que nunca te encontrare pero momentos después siento tus ojos sobre mí y te siento mirar sobre mi hombro lo que escribo.
   No sé si te escondes o si seré yo el que tiene problemas para verte. No sé si estamos en paz o estamos enojados. Lo único que sé es que cada noche nos encontramos en la cama, nuestro punto de encuentro, y queramos o no tenemos que hablar y cuando hablamos me doy cuenta que estamos bien pero cuando terminamos de hablar pienso en lo feliz que haces a otros aun cuando ellos no te buscan.
  Yo simple mente me pregunto…

martes, 4 de diciembre de 2012

Bienvenidos.



En mis ratos libros tengo dos pasiones: los libros y los bonsáis. No soy muy bueno en ninguno de los dos. En los primeros soy solo un lector de todo lo que le cae en las manos y en los segundos  soy solo un aficionado más de los muchos que hay que aprendieron (exagerando un poco el termino aprender) las técnicas básicas de los muchos libros que se pueden encontrar sobre el tema.

Mi objetivo no es otro que el de divertirme y hablar de lo que no puedo hablar entre amigos, por que ninguno de ellos comparte mi pasión por leer o el gusto por los pequeños arboles en maceta.